miércoles, 7 de octubre de 2009

CERRO BLANCO

CERRO BLANCO
Es una duna que se encuentra ubicada en el Valle de Nazca y tiene una altura de 2078 metros sobre el nivel del mar. Desde su cima los visitantes podrán disfrutar de un hermoso paisaje natural, rodeado de dunas en forma caprichosa, las cuales ofrecen el escenario perfecto para la práctica del Sandboard.


LEYENDA DEL CERRO BLANCO

En el inicio de los Tiempos cuando los hombres vivían en paz con los Dioses, en la hermosa y ubérrima tierra de lo que hoy es Nasca, vivía un Cacique al que se le conocía como el Sr de Tunga, era joven y fuerte y poseía una hermosa tierra la que cultivaba con esmero y una ingente cantidad de animales domésticos, bastantes servidores a los cuales trataba con justicia y equidad. Su vida se desarrollaba tranquila y sin contratiempos y cuando se sentía aburrido acostumbraba a ir de cacería hasta lugares de las cabezadas para casar venados, estas cacerías duraban 2 o 3 días en los cuales después de cazar algo aprovechaba para dedicarse a la meditación y la contemplación, luego regresaba a casa renovado y con mucho entusiasmo para continuar con las labores cotidianas. En una ocasión su aburrimiento llegó a tal grado que decidió marcharse con la intención de no regresar jamás, así que planeó su acostumbrado viaje de cacería, sin que nadie supiera de sus verdaderas intenciones y marchó como siempre a las cabezadas, pero esta vez caminó y caminó sin detenerse mas que para tomar sus alimentos y descansar un poco, caminaba como poseido por un espíritu que lo martirizaba, habría caminado durante unos 6 días hasta que el frío, el cansancio y el hambre lo doblegaron y cayó exhausto desmayado en un lugar desconocido para él. No supo cuanto tiempo había estado inconsciente, pero cuando despertó se encontró dentro de una casa y estaba siendo atendido por una hermosa doncella, la cual se presentó como Cerro Blanco y era la esposa del Señor de Lucanas, el cacique del lugar, un hombre maduro con grandes riquezas y mucho poder, era muy noble y acogió con gusto al señor de Tunga, invitándole a quedarse hasta que se restablezca del todo. Entre ambos señores surgió una gran amistad, y juntos se dedicaron a la caza, a jugar, y a trabajar la tierra, hasta que en una oportunidad cuando el señor de Tunga paseaba sólo llego a orillas de una fuente de agua, donde escuchó una hermosa voz cantarina y lleno de curiosidad se asomó con cuidado descubriendo que dentro de la fuente se encontraba la hermosa doncella Cerro Blanco, quien se estaba bañando semidesnuda dejando ver sus encantos femeniles, el señor de Tunga recibió una descarga de amor en el corazón y se prendó de ella, se quedó ensimismado observando su hermoso cuerpo color canela, sus turgentes senos y sus formidables caderas y sobre todo su angelical rostro, mientras cerro blanco seguía cantando con esa hermosa y sugestiva voz, el se enamoraba más y más de la bella sirena. Luego de esa alucinante experiencia decidió conquistar a la doncella, aun a sabiendas que estaba obrando mal con su anfitrión quien amablemente lo había acogido y brindado su amistad, pero la pasión que había crecido en él y al descubrir en las miradas de la doncella que él no le era indiferente, inició la conquista y aprovechaba cualquier momento para encontrarse a solas con ella, con cualquier motivo, hasta que ella cedió a sus requerimientos, pero le manifestó que no podía ceder a ese mutuo amor por respeto a su esposo y así estuvo la cosa hasta que un buen día el Señor de Lucanas tuvo que viajar lejos, para realizar sus acostumbrados negocios, asi que encargó a su esposa el cuidado de su hacienda y a su amigo que la ayudase en todo y luego partió. Al quedar sola la doncella Cerro Blanco, no tuvo fuerzas para negarse a los requerimientos del Señor de Tunga y dieron rienda suelta al amor que ambos se profesaban, e hicieron planes para irse juntos, lejos muy lejos hasta donde no pudieran encontrarlos, faltarían solo dos días para que el señor de Lucanas regresara, cuando decidieron marcharse, alistaron provisiones y se marcharon presurosos y felices con destino a las tierras del Sr de tunga, donde el pensaba que no los encontrarían. Los amantes iniciaron su escapatoria, temerosos pero felices de poder estar juntos en su apasionado romance, caminaron y caminaron, apresuradamente para alejarse lo más pronto posible de la casa del Señor de Lucanas. Este había adelantado su regreso en un día deseoso de volver a reunirse con su joven esposa, pero ingrata fue su sorpresa al no encontrarla a ella ni tampoco al amigo, entonces se dió cuenta de la traición sufrida y montó en cólera maldiciendolos una y mil veces se dispuso a perseguirlo para encontrarlos a como de lugar con el fin de vengarse de la traición. El señor de Tunga tenía la habilidad de conversar con los pájaros y por ellos se enteró que los estaban persiguiendo y que no tardarían en encontrarlos si no se apresuraban más, entonces la pareja alarmada apresuraron el paso y descansando lo menos posible continuaron su marcha huyendo del esposo ofendido. Al quinto día los amantes recibieron la noticia de un pájaro que sus perseguidores estaban ya muy cerca, por lo que apuraron más el paso hasta que llegaron al valle de Nasca, donde la hermosa doncella desfalleció y ya no pudo continuar, diciéndole a su amado que continuase sólo para que no caiga en manos de su ofendido esposo, ya que no dudaría en matarlo, e insistió tanto que aceptó continuar su marcha, pero, para que no la encontrase a ella decidió esconderla cubriendola con un saco de harina que vació sobre ella, la dejo alli toda cubierta por una capa de harina y se marchó a toda prisa a sus dominios. El esposo ofendido llegó al hermoso valle de Nasca, cansado por el gran esfuerzo realizado al tratar de hallar a los amantes fugitivos, pasó por el lugar donde estaba escondida Cerro Blanco pero no la pudo ver, y perdió el rastro totalmente y ya no sabía donde dirigirse, estuvo buscando por un buen rato hasta que agotado y sin fuerzas llorando su desdicha y con una rabia infinita pidió venganza a los Dioses, para que castigue a esas personas que había abusado de él sin razón alguna, los Dioses escucharon su pedido de venganza y decidieron castigar a todos los que habían participado en esa traición convirtiendolos en cerros de piedra, tan es asi que todos ellos se convirtieron en grandes cerros como el Cerro de Tunga y el Cerro Blanco tan bellos e imponentes que recuerdan a esa infortunada pareja que sucumbió ante la inexorable e inevitable pasión del amor que nubla todo entendimiento y razonamiento.Fin

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